SOBRE PLANTAS Y MEDICINA ALTERNATIVA.
La concepción de enfermedad depende de la cultura que predomine. En nuestra cultura moderna y occidentalizada vivimos a la luz del paradigma científico que intenta demostrar que antes de aplicar un tratamiento o método diagnóstico hay que demostrar que realmente sirve.
En otras palabras, si uno va a tomar algo debe tener la suficiente información acerca de la efectividad del fármaco y sus posibles reacciones adversas, que como sabemos, a veces es impredecible determinar.
Recordemos que cuando una persona toma algún producto o se somete a un tratamiento, la persona confia en quien se lo indica, es un acto de fe. Una persona que requiere mejorar su salud, o tenga síntomas y no sabe lo que es, puede recurrir según su cultura a diversas fuentes de curación y entendimiento de la enfermedad.
Por eso hay que distinguir algunos conceptos claves para entender los bemoles de la medicina natural y su popularidad entre las masas ávidas de soluciones rápidas y baratas, aunque finalmente el remedio sea más caro que la enfermedad.
Medicina natural.- Es la medicina que propala que mediante el uso de plantas naturales, dietas y procedimientos no invasivos se pueden curar las enfermedades, desdeñando la medicina moderna.
Medicina Tradicional.- Es la medicina que se ha heredado de nuestra cultura andina y su concepción del mundo.Mucho de sus tratmientos tiene que ver con el "viento", "le entrò el frìo", "el susto", "emotivo". Y utiliza las plantas como remedios.
Naturismo.- Se trata de una corriente en la que sólo se confía en el uso y mezcla de plantas para el tratamiento de las enfermedades, no se requiere más que los síntomas para indicarlos. Por ejemplo si una mujer le duele la espalda y orina cargado, suele decir "estoy mal de los riñones" y si va a un naturista, éste le recetara un atadito de hierbas, que dice "para los riñones." ¿Que composición tendrá ese atadito? Ni idea.
Homeopatía.- Derivada de la medicina oriental y otras, afirma que el cuerpo posee las sustancias para su propia curación, como la orinoterapia, las flores de Bach y aromaterapia, la reflexología.
Curanderismo.- Tiene su base en la magia y el sincretismo religioso, combinado con hierbas y plantas.
Como se observa, estas formas de curarse, no necesitan de un médico que ha estudiado la fisiología de la enfermedad al mejor estilo occidental, sino las decisiones de que hacer o tomar son sugeridas por personas relacionadas con estas actividades. Así los naturistas recetarán hierbas para el riñón, los homeópatas, aromaterapia para la diabetes emotiva, y los curanderos indicarán una bañadita en la laguna de Huacho para sacar el diablo metido.
Un viejo adagio médico dice: si el paciente cree que el agua le está curando, dale agua. Es decir, el poder de la propia sugestión a veces es tremendo, como diríamos el efecfo placebo. Y esto en realidad no es novedad, solamente que la medicina occidental se ha desviado tanto de su propia pureza, que ahora los médicos parecemos vendedores de recetas en casa, y se olvida de la importancia de una buena conversación con el paciente, con un buen examen físico y una buena explicación para saber que se está pensando, que se va a hacer y que puede pasar.
De allí que a río revuelto ganancia de pescadores, si las instituciones médicas formales han abandonado su responsabilidad de cuidar la información en salud y denunciar cuando la propaganda ya sea de las propias medicinas de laboratorios, como de plantas milagrosas pueden hacer mella en la delicada credibilidad del poblador peruano.
Pero más que eso, hay algo que debe quedar claro. Si hay seudomédicos que sólo les interesa lucrar con la salud, también hay aquellos que desean hacer lo mejor para su paciente, y siendo honestos con ellos y con lo que recetan.
Yo no podría indicar para que tome un paciente de algo que previamente no he estudiado, y no he valorado su pertinencia, o su necesidad en el paciente si desea recuperarse o estabilizar la enfermedad. Esta valoración o juicio que puede demorar unos minutos o más de acuerdo a la complejidad de la enfermedad que padece la persona, es irreemplazable.
Por eso cuando salen nuevos productos que dicen tener efectos sobre enfermedades comunes, siempre reviso quien dice eso, dónde lo vende, quién lo vende, y bajo que explicación biológica de que verdaderamente es así. Recordemos finalmente, que muchas empresas sólo quieren vender sus productos, definitivamente.
No dudo de la buena fe de algunas personas que se dedican a promocionar los productos naturales, pero sin un cuerpo científico serio como base, que se publique y someta a consideración, muchos de estos productos sólo tienen un interés comercial.
Como ejemplo diré que cuando en Arequipa se quiso hacer una sociedad científica para evaluar los efectos y seguridad de las plantas medicinales, de una manera seria, fueron los propios naturistas que se opusieron a ellos, ¿porqué?. En el otro extremo están los trabajos del Dr. José Aguilar en la Universidad Cayetano Heredia sobre principios activos de plantas medicinales, que nunca han encontrado eco en un Estado detestable que no invierte en desarrollo ni en investigación que quizás podría resultar sorprendentemente útil, teniendo que venir laboratorios y universidades extranjeras para revalorizar los productos andinos en su justa medida.
Por supuesto que los grandes laboratorios no quieren que se les quite el mercado, pero se han puesto a pensar, ¿en cuanto invierte un laboratorio para sacar un nuevo fármaco? son casi 10 años desde que el principio activo o químico se descubre hasta que se vende, y pasa por 4 fases de investigación, primero en laboratorio, luego animales, luego voluntarios sanos, y luego en poblaciones más grandes, y todos los costos lo paga la empresa farmacéutica. es un trabajo titánico. ¿Podrán y/o querrán empezar a validar su información con estudios serios, las empresas que venden productos naturales? Si es afirmativo, estaremos atentos a leer y comentar, si no es así, no pueden pretender darnos gato por liebre. Y si la gente quiere gastar en agua, que tomen agua.
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