REFLEXIONES A MITAD DE LA PANDEMIA

Saludos a todos, hoy quiero referirme a la pandemia del Coronavirus, ¿cómo quedará el mundo después? ¿supondrá esta crisis una mejora sustancial en la humanidad?

Cuando comenzé  este blog hace varios años, comente sobre el virus del egoísmo que amenazaba como una pandemia al mundo, con graves consecuencias sociales y económicas.  (véase en Archivos 2010: https://epidemiasmodernas.blogspot.com/2010/11/epidemias-modernas.html), Ahora pienso igual: es el egoísmo, no el coronavirus, el que está destruyendo la sociedad,  porque en realidad la pandemia es solo un catalizador  que expone las deficiencias de  nuestra postmoderna sociedad dominada por antivalores que explican los mas grandes males de la humanidad: la corrupción y la falta de solidaridad. Hemos querido disfrazarla con otros nombres menos "religiosos": empatía, no discriminación, no violencia, derechos sin deberes.

Analicemos, si Ud. piensa que es el centro del mundo, y que "el infierno son  los otros",  toda su actividad se verá reflejada en esta autocomplacencia, toda decisión en adelante, ignorará cualquier valor o nomas suprahumana, justificando su accionar sin considerar la desesperación que ocasiona la injusticia y la impunidad, no le importará los medios para sus fines, no le importará depredar el medio ambiente,  ni reducir sus ganancias por la contaminación ambiental. 


Si no enseñamos a los niños que el egoismo es un antivalor, no enseñamos ejemplos de desprendimiento, de generosidad, de laboriosidad, el mundo seguirá el mismo rumbo, no hay ideologia que sustituya el concepto claro de que un mundo lleno de egoístas es un mundo perdido. Surgirán nuevos desastres que irán destruyendo la humanidad que queda. Y lo que es más los que tienen poder de decisión no buscarán el bien al mayor común.

Hoy es poco frecuente encontrar ejemplos de generosidad verdadera. Muchas veces hay conflictos de interés en actos aparentemente altruistas, por ejemplo los políticos o las empresas que buscan solamente publicidad en redes sociales y otros. De la misma manera, los individuos que literalmente publican cada cosa "buena" para ser reconocidos, olvidando lo que dice el evangelio, "lo que hace tu mano derecha, no lo sepa tu izquierda" lo que significa que de nada vale publicar buenas acciones para la tribuna, cuando lo que realmente vale ante los ojos de Dios, es lo que haces de corazón sin buscar aplausos ni likes.


Entonces regresamos al problema estructural de nuevo, la ausencia de Dios en el mundo actual, la raiz del egoismo. Recuerden que los cristianos tenemos a Cristo como modelo de vida, el mas grande ejemplo de generosidad y desprendimiento, "nadie ama más que el que da la vida por otro". Reto al lector actual que me diga algún ejemplo mejor que ese. Mas bien abundan los "haters" que solo se dedican a despotricar de las instituciones especialmente religiosas, sin hacer ellos mismos absolutamente nada por cambiar el mundo.


Increiblemente en tiempos de pandemia, en el Peru algunas empresas están sobrevalorando los costos de equipo de protección personal, y hasta de ventiladores aprovechando el problema, y hasta en la entrega de bonos, esto es puro egoísmo de personas que no piensan que existe un Dios justo a quien no pueden engañar, y al que rendirán cuentas de sus actos. Son personas sin escrúpulos, ambiciosas en el mal sentido de la palabra, sin empatía, sin respeto por su prójimo. 




No malentiendan, una cosa es el lucro justo, del obrero que merece su salario, y otra cosa es el aprovechamiento brutal, que nada tiene que ver con el sistema económico, argumento falaz, porque incluso en economías de libre mercado hay excepciones como el campo de la salud, donde intervienen muchos entes reguladores.

https://www.lavanguardia.com/economia/management/20170612/423350500536/que-determina-precio-medicamentos.html

Pero regresemos al punto, luego de la pandemia, ¿mejorará el mundo algo? las personas con poder de decisión ¿dejarán el  egoísmo de elites, o de intereses particulares? ¿se buscará el bien común? cuando somos testigos del predominio de ideologias huecas y superficiales, que en nada reduce el problema de violencia contra la mujer, porque no ataca el fondo del asunto: la crisis de valores. ¿Mejorará el sistema de salud? ¿habrá más inversión? No parece ser el punto, tengo la percepción que seguirá igual, cuando veo que siguen queriendo imponer agendas, que siguen ignorando a los compatriotas en sus necesidades, cuando veo que no preveen desastres y esperan el último momento a que la prensa publique los dramas humanos. Cuando veo que la riqueza se concentra en pocas manos, ¿quien los convencerá de que nada sirve ganar el mundo si pierdes tu alma?

Siendo cualquier crisis una oportunidad para encontrar ideas nuevas, quiero ser optimista por mis hijos, que tendremos la ocasión para construir una sociedad con valores. Recuperemos los modelos de generosidad verdadera, y comprendamos que aun con buenas intenciones, si no se vive como se piensa, se acaba pensando como se vive, menudo deber de los creyentes en dar testimonio de generosidad al mundo, pues si solo hay 50, o 30, o 20 o 10 justos quizás Dios no permita más tragedias derivadas directa o indirectamente de la mano del hombre, recuerden que si no era el coronavirus, el cambio climático podría haber destruido el planeta, "es mejor que muera un hombre en vez de todo el pueblo", en este caso parece que la naturaleza nos dice, es mejor que mueran humanos en vez de todo el planeta.

Comentarios

  1. Excelente publicación, Eduardo!
    A pesar de la pandemia, el gobierno aprovecha para sacar leyes anti vida y anti familia. Recomiendo tomar en cuenta la opinión de la Dra. Chinda Brandolino (vía Facebook) sobre la pandemia. Saludos en Cristo Jesús y María Santísima.

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