PRIMUM NON NOCERE, ¿OTRO PARADIGMA OBSOLETO?

Después de una larga sequía de motivación y falta de tiempo y en base a mis ultimas experiencias, comparto con uds. la siguiente reflexion:

¿Sigue siendo válida para la practica clínica actual la máxima hipocratica de “primero no hacer daño“?¿Será posible convencer a la sociedad que nuestra intención no es dañar sino curar?

Primero, pienso que el acto medico ha dejado de ser aquella interaccion basada exclusivamente en la necesidad de confiar algo tan delicado como la propia salud a una persona ajena con el rol social de medico, curandero o hampicamayoc. Siendo que los intermediarios en salud abundan ya sea como los hospitales, clínicas, seguros privados como entes estructurales que también interaccionan y modulan las características del acto médico quiérase o no.

Lejos y obsoleta es entonces la visión de médico hipocrático que acudía a los domicilios de los dolientes enfermos, o asistía los últimos momentos del rey terrenal, quien como ultima medida recurría al médico más famoso de ese entonces.

Importante recordar que ya desde la antigüedad, la visión de la salud no era meramente recuperativa, por ejemplo desde la cultura china y la india con el Ayurveda, y los griegos con su libro Regimen 400 años D.C. y luego Galeno en su libro On Hygiene, donde nace la idea de que mediante la actividad física, dormir bien y comer bien podía lograrse una buena salud, concepto que hemos heredado hasta hoy (leyes de la salud), que contrasta con la preocupación por prevenir la enfermedad como esfuerzo global relativamente reciente de la medicina moderna, quien sabe, motivada por los sueños de la razón de que un día conseguiremos la inmortalidad física, y los intereses económicos de grandes industrias tecnológicas y farmacéuticas.

Y en medio de una cultura legalista estadounidense, donde es más importante la demostración legal del trabajo médico, se suma la medicina defensiva donde el médico encadenado a ciertas disposiciones principistas y redundantes, debe convertir en papeles lo que debiera ser una acto de confianza con su paciente. Tampoco podemos evitar mencionar a los pacientes problema o los que buscan errores médicos para demandarlos y ganar jugosas indemnizaciones.

Entonces, ya es hora de que la Orden Médica a nivel internacional, designe un nuevo paradigma para los nuevos médicos, ¿puede ser todavía válida una conducta pasiva frente al enfermo? ¿o mejor una actitud activa frente al todavía no enfermo?

Siendo entonces que la máxima de Hipócrates en la antigüedad pretendía decirle a sus seguidores que antes de iniciar o proponer cualquier terapia tengan la certeza de que no van a dañar al paciente, sin embargo, ahora sabemos que muchos de los tratamientos hipocráticos, si hacían daño al paciente, por las limitaciones de la época, quizás Hipócrates nunca dudó que su visión era la Verdad Ultima, o simplemente se amparó en la premisa de que todo médico busca curar al paciente. Ahora, lamentablemente, gracias a los cambios antes descritos, el médico no sólo debe curar a un paciente, sino ver los suficientes pacientes para ganar su sustento diario para él y su familia. En medio de esta presión, el médico puede perder la habilidad de detectar precozmente cuando un tratamiento puede estar haciendo daño a un paciente, o dejar de hacer algo que posteriormente lo dañaría, por ejemplo dejar de preguntar síntomas de las posibles reacciones adversas y pedirle los exámenes auxiliares (transaminasas si usa estatinas, o creatinina si usa IECAs) o dejar de indicar un estudio endoscópico bajo cuando sospecha algo más que una simple anemia con baja de peso en un adulto mayor. Y por otro lado, sabiendo que los recursos son limitados, la incertidumbre es persistente, y el mundo cambia, así como el conocimiento, sería iluso no entender que siendo el médico como ser humano falible, no suceda alguna de las cosas antes mencionadas.

Entonces cabe regresar a la pregunta anterior, ¿no será que es hora de dedicarse a prevenir las enfermedades y  que esta actividad sea reconocida como un esfuerzo remunerado, para no desviar la atención a lo que realmente es costo-efectivo, esto es, prevenir? ¿No será que el rol pasivo de los médicos sea sustituido por un "primero buscar la salud", antes de "evitar el daño" de nuestros tratamientos? y por último, ¿no será que es hora de decirle a la sociedad (abogados) que los médicos merecemos respeto y no dudar de nuestras intenciones? 

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