LA ETICA EN LA INVESTIGACION CLINICA, ¿HERIDAS SIN CICATRICES?

Queridos bloggeros, esta vez tocaré un tema que me apasiona desde que era estudiante, cuando allá por las aulas de la UNSA, llamaba a la investigación como actividad netamente universitaria, enfrentándome al modelo escolarizado de la educación médica, parametrado y convencional. siempre tuve claro que sin investigación científica no existe verdaderamente universidad.

Y es que a través de los tiempos, hemos tenido ejemplos de avances de la Ciencia y a nadie se le ocurre decir que la ciencia es retroceso, por el contrario los amantes de la razón, y el sentido común dicta que la ciencia utilizada para el hombre es fuente de bienestar, desarrollo y inclusión social, término de moda.

Puesto que un invento inicialmente pertenece a los que tienen dinero, pero con el tiempo los costos disminuyen, surgen las copias, y mucha gente ya puede disfrutar de los beneficios del artículo. Esto sucede claramente en la industria farmacéutica, quienes se dedican a desarrollar nuevas drogas para la humanidad.

A lo largo de la historia hemos asistido a abusos de ciertas personas que justificándose en la ciencia usaron seres humanos como instrumentos (Experimentos nazis), otras veces exponiéndolos a la enfermedad a propósto (Experimento Tuskegee), y otras veces considerando a seres indefensos como material de laboratorio (Experimentos con fetos para células madre) ( Lean este artículo, Obama terminó de decepcionarme). Sin embargo, también ha habido casos en que la propia experiencia de ciertas drogas a lo largo del tiempo demostraron que no eran tan seguras como inicialmente los estudios demostraban, y es que la respuesta individual no siempre es predecible, ni el ser humano es una computadora donde el programa instalado funciona correctamente en todos los casos ( y aún así a veces se cuelga) y así, muchas drogas tuvieron que ser retiradas del mercado. También pasa que nuestro estado de conocimiento de la fisiopatología es incompleto, y conocemos menos de 10% de las funciones celulares, y otros mecanismos que siguen estudiándose dada la complejidad del ser humano.

Pero los ensayos clínicos son necesarios para el desarrollo de nuevos medicamentos, y es la única manera de demostrar que son efectivos, seguros y ayudarán a miles de personas. 

Un ejemplo de estudios que ayudaron a clarificar mitos médicos fue el del estudio MAGIC que demostro en un ensayo clínico doble ciego randomizado que el magnesio no servía para el infarto de miocardio, tal vez si no se hubiera hecho este ensayo clínico, hasta ahora tendríamos a Perez Alvela añadiendo una bondad al milagroso magnesol.

La falta de claridad y de visión de los entes del estado, llámese INS, no sorprende al respecto de este punto, la investigación clínica con ética es correcta y necesaria, sea patrocinada por la industria o sea patrocinada por el estado. Lo cierto, es que el estado nunca patrocinara un estudio que supone mil millones de dólares de inversión con el riesgo de que la droga al final no se apruebe o no sea efectiva. 

La investigación clínica con ética y Buenas Prácticas Clínicas es una necesidad en un mundo que requiere nuevas drogas para tratar enfermedades que antes no tenían ninguna posibilidad. El hecho que la patente la mantenga la empresa que la desarrolla por 10 años, no significa que luego de ello, pueda replicarse y reducir costos para alcanzar a la gente con escasos recursos. Recuérdese que antes era impensable que un asmático pobre pueda acceder a inhaladores corticoides, hoy sin embargo, la mayoría puede acceder mejorando su calidad de vida. 

De modo, que no es necesario revivir heridas antiguas, la investigación clínica es necesaria sea de la inversión privada o no, mejorar los procesos y ascender en calidad de datos es la mayor garantía de la seguridad del paciente, la humanidad requiere que sanen las heridas porque la cicatriz ya se formó y no estamos para susceptibilidades sin fundamentos sólidos más que el miedo irracional a lo desconocido.