LO QUE APRENDI DEL MINISTERIO DE SALUD
Dicen que nunca hemos de decir nunca, y tampoco decir siempre, la propia naturaleza humana plagada de sesgos y riesgos nos dice que en cualquier momento el círculo se cierra, cual boomerang australiano y podemos volver de donde salimos. Empero, haré una lista de lo que aprendí de trabajar por tres años de asistente de emergencia, y tres años de residente de Medicina Interna en un Hospital Nacional:
1. Aprendi que las organizaciones son lo que son sus cabezas, si su cabeza piensa, la organización piensa y crecerá, si la cabeza tiene serias limitaciones perceptivas (llámese directores de hospitales y funcionarios administrativos del MINSA) la organización simplemente es idiota.
2. Aprendí que no importa lo que te esfuerzes, siempre habrá algo que aportar, porque las necesidades son ilimitadas, y los recursos son limitados, y en el caso del médico el recurso que gasta es su vida misma.
3. Aprendí que es preferible renunciar y trabajar entregándose a un trabajo que estar robándole al estado por hacer otras actividades para compensar el bajo sueldo.
4. Aprendí que andar con rivalidades entre médicos por cuestiones de poder, es la verdadera amenaza y la traba mayúscula para un cambio real y sustantivo en el Sistema de Salud.
5. Aprendí que de nada sirve destinar mayor presupuesto si la gestión en salud se orienta solamente a sueldos, bonos y aguinaldos mientras nada se invierte en modernizar el hospital.
6. Aprendí que hasta los grandes maestros y docentes tienen que alimentarse, y precisamente no del sueldo del hospital.
7. Aprendí que no todos quieren ayudar al paciente como tú, y nadie nunca como tú.
8. Aprendí que el vivo vive del tonto y el tonto de su trabajo.
9. Aprendí que sólo ser académico y excusarse por ello, es la más grande aberración para un Sistema que requiere líderes, gestores y personas capacitadas en temas que en las Facultades de Medicina nunca te enseñarán.
10. Aprendí que hay mucha gente valiosa, así como lo más reciclado de la práctica médica, una brecha generacional y de actitud, que difícilmente tendrá solución sin una crisis muy seria.
Eso es lo que aprendí, y ahora empiezo una nueva aventura laboral, tengo mis dudas razonables que sea diferente en temas de gestión y procesos, pero al menos mi perspectiva se amplia y me pagan más.
2. Aprendí que no importa lo que te esfuerzes, siempre habrá algo que aportar, porque las necesidades son ilimitadas, y los recursos son limitados, y en el caso del médico el recurso que gasta es su vida misma.
3. Aprendí que es preferible renunciar y trabajar entregándose a un trabajo que estar robándole al estado por hacer otras actividades para compensar el bajo sueldo.
4. Aprendí que andar con rivalidades entre médicos por cuestiones de poder, es la verdadera amenaza y la traba mayúscula para un cambio real y sustantivo en el Sistema de Salud.
5. Aprendí que de nada sirve destinar mayor presupuesto si la gestión en salud se orienta solamente a sueldos, bonos y aguinaldos mientras nada se invierte en modernizar el hospital.
6. Aprendí que hasta los grandes maestros y docentes tienen que alimentarse, y precisamente no del sueldo del hospital.
7. Aprendí que no todos quieren ayudar al paciente como tú, y nadie nunca como tú.
8. Aprendí que el vivo vive del tonto y el tonto de su trabajo.
9. Aprendí que sólo ser académico y excusarse por ello, es la más grande aberración para un Sistema que requiere líderes, gestores y personas capacitadas en temas que en las Facultades de Medicina nunca te enseñarán.
10. Aprendí que hay mucha gente valiosa, así como lo más reciclado de la práctica médica, una brecha generacional y de actitud, que difícilmente tendrá solución sin una crisis muy seria.
Eso es lo que aprendí, y ahora empiezo una nueva aventura laboral, tengo mis dudas razonables que sea diferente en temas de gestión y procesos, pero al menos mi perspectiva se amplia y me pagan más.
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