LETRA DE MEDICO Y RECETAS ENCRIPTADAS

Uno de las cosas más catastróficas que puede suceder cuando un paciente recibe una receta es no entender completamente que dice ni como tomar la medicina. ¿Se imaginan que un día les den un cheque  y no sepan cuanto es ni cómo cobrarlo en el banco? Pues así de grave es dar o recibir una receta de un médico con letra ilegible.


Es verdad que no todos los médicos lo hacemos a propósito, es más bien una cuestión de hábitos. Yo, por ejemplo, tengo letra palmer, y para hacer mis recetas procuro hacerlo en mayúsculas y con letra de imprenta, pues ya se que si lo hago con mi letra habitual no se entenderá. Dice, que un médico bueno, no es sólo quien lee más y sabe más, sino quien es capaz de explicar y hacer entender su prescripción. De modo que un paciente que no entiende una receta puede sentirse insatisfecho con todo derecho a pesar de que científicamente es correcto el diagnóstico.


Atisbo que antes de la medicina moderna, siendo los médicos escasos y pocos, existía un cierto engreimiento profesional y quizás un truco de mercadeo el que nadie entienda su letra, algo así como querer explicar con tecnicismos y biología molecular a un paciente que no quiere enredarse la cabeza, sino saber que hacer, que tomar, y que es lo que tiene en términos cristianos. No nos hace un favor sinceramente que el paciente no nos entienda, más bien, es uno de los factores de la falta de adherencia al tratamiento, nadie se pone a pensar que el enfermo esta enfermo de todo, y su capacidad cerebral y de retención esta disminuida, especialmente en ancianos, darle una receta o una epicrisis bien clara no solo denota responsabilidad profesional, sino pone de manifiesto que el médico es consciente plenamente de que hacer las cosas bien puede modificar el curso de la enfermedad y evitar complicaciones.



Es cuestión de fe, cuando un paciente sale de un consultorio con una receta en la que se plasma los escasos minutos dedicados a explicar como se toman los medicamentos. De allí que es muy importante verificar si el paciente entendió bien las indicaciones médicas y su receta, y también explicar los eventos adversos y efectos secundarios posibles. También escuché a un colega decir: Yo nunca le doy mi telefono a los pacientes para que no me llamen. ¿Qué clase de médico somos? Es decir, si un paciente tiene un evento adverso que no le explicamos, producto de una medicina que recetamos, ¿Debe ir a otro médico, pagar otra consulta y tiempo, para volver a explicar su caso? ¿Cuantas veces los efectos secundarios son tolerables, y dado el riesgo-beneficio, un paciente que los comprende puede superarlos y así no sentirse desamparado frente a su problema? Parece que los médicos queremos ser ciegos y para mi eso denota que los pacientes no nos importan, sino solo las monedas que cuesta la consulta. Para mi, eso es incoherencia suprema. 


La letra de médico es uno de los aspectos que debemos mejorar, para mejorar la calidad de la atención de los pacientes, para ello propongo lo siguiente:

1. Escribir en letra imprenta las recetas, es más probable que se entienda mejor.
2. Verificar que el paciente puede leer la receta. Aqui tiene su receta, ¿Puede leerla, por favor?. O leer la receta con el paciente.
3. Evitar atender pacientes apurado, mejor dejarlo al otro colega. (Para esto el otro colega, tiene que ser puntual)
4. Tener a la mano siempre dos lapiceros, por si uno se termina.
5. Diseñar formatos pre establecidos a manera de octavillas de la Dieta blanda, Cuidados Generales, Signos de alarma de abdomen agudo, infecciones severas.
6. En Estados Unidos hay una iniciativa para el e-prescribing, o recetas electrónicas, aquí todavía discutimos sobre sueldos. (lo cual no está mal, pero ¿cuándo centrarnos en lo esencial?)

La mala letra de médico mata pacientes, sino lean este informe del instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencia en USA.

1. Cause of Death: Sloppy Doctors.  http://www.time.com/time/health/article/0,8599,1578074,00.html

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